Stanley Kubrick

‘Un hombre escribe una novela. Un hombre compone una sinfonía. Para un hombre es esencial hacer una película’.

Podríamos decir que se trata de unos de los artistas más destacados del siglo XX, sobre todo si hablamos de cuestiones cinematográficas. Kubrick tuvo una mirada absolutamente adelantada a su tiempo (lo vemos claramente en una de sus grandes, ‘2001: Una Odisea en el Espacio’) además de una forma de hacer cine característica, etiquetando sus obras en cine de autor.

Nace en NY, más concretamente en el barrio del Bronx, en 1928. A la edad de 13 años le regalan por su aniversario su primera cámara de fotos, algo que le acompañaría en sus primeros pasos hacia lo que sería una gran carrera artística.

Comienza como fotógrafo y consigue vender su primera instantánea en abril del ’45, a la revista Look, por valor de 25 dólares. Dos años más tarde empieza su andadura cinematográfica rodando un corto documental junto a Alex Singer sobre boxeo. Pero fue su adaptación de Lolita lo que le catapultó a lo más alto de la taquilla, estrenándose en el Festival de Venecia y convirtiéndose en la película del año.

Imágenes de 'Lolita'.

Más tarde, en 1963, rueda ‘¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú’. Durante el rodaje Peter Sellers entrega a Kubrick una copia de ‘La Naranja Mecánica’, de Anthony Burgess. Cinco años más tarde estrena la mítica ‘2001: Una Odisea en el Espacio’, con un mal comienzo y un tremendo éxito después.

Me atrevo a decir que se trata del ‘renovador’ de géneros por excelencia. Fue capaz de tratar temas como la violencia (‘La Naranja Mecánica’, 1971), Vietnam (‘La Chaqueta Metálica’, 1987) o el terror (‘El Resplandor’, 1980), con una invención formal fuera de lo común, y siempre dando su toque personal.

LA 'IMPERDIBLE'

Como viene siendo habitual, en el caso de Kubrick también se me hace difícil elegir una sola película. He de confesar que cuando vi por primera vez ‘El Resplandor’, a mis 11 o 12 años, me dejó completamente boquiabierta… y se convirtió en una de mis películas favoritas. También destacaría ‘La Naranja Mecánica’, una obra que se ha convertido en todo un hito en la historia del cine, que ha sentado precedentes y que no deja a nadie indiferente.

Escena de 'El Resplandor'.